thbEl equilibrado hidráulico en circuitos de calefacción afecta sobre todo a instalaciones de varias plantas o residencias con caldera comunitaria (y en menor medida a instalaicones pequeñas). En estas instalaciones es común encontrar los problemas siguientes:

– imposibilidad de llegar a la temperatura establecida de consigna

– oscilación de esta temperatura una vez alcanzada

– sobrecostes de bombeo

– ruidos en instalación

La manera de resolver estos problemas es con un buen equilibrado hidráulico ajustándonos a los caudales de diseño de la instalación mediante válvulas estratégicamente situadas.

Aparte de la conveniencia de tomar medidas existe una obligación establecida en el RITE (Reglamento de Instlaciones Térmicas en los Edificios) en la parte dedicada al  diseño y en la de ajuste de las instalaciones.

Dónde se debe actuar:

– unidades de producción: las calderas a caudal constante serán más eficientes y tendrán una vida útil mayor

– la red de distribución: para garantizar los caudales de los terminales

– bucles de regulación: para que las válvulas de regulación estén en las mejores codiciones de trabajo

La herramientas necesarias son:

– válvulas de equilibrado

– instrumento de medida

– procedimiento de equilibrado

Apuntes (extractos del libro indicado al final del resumen y que aconsejamos leer):

Los caudales deben ajustarse con el fin de obtener los valores correctos de diseño definidos en las condiciones de plena carga. Si la instalación no está equilibrada, los sobrecaudales dificultan la obtención de la temperaura requerida de impulsión del agua, resultando imposible conseguir la temperatura ambiente correcta.

Un sobrecaudal en la distribución crea uno o varios puntos imprevistos de mezcla y la temperatura real de impulsisón del agua es inferior a la calculada.

Las válvulas termostáticas proporcionan al usuario mayor flexibilidad y confort y posibilitan un uso más eficiente energéticamente hablando. El ajuste debe realizarse con todas las válvulas termostáticas abiertas al máximo.

Un sobrecaudal en un radiador no aumenta significativamente la potencia emitida, especialmente cuando la eficiencia térmica es pequeña. El incremento de temperatura óptimo depende de cada instalación: el incremento del salto térmico reduce los caudales de agua, el diámetro de las tuberías y de los accesorios, los costes de bombeo y las pérdidas caloríficas a través de tuberías, pero obliga a aumentar la superficie de radiadores.

En la mayoría de los casos, el caudal debe ajustarse con una precisión de más o menos el 10%. Los subcaudales deben evitarse porque no puede ser compensado por el bucle de control y tiene un efecto directo sobre la temperatura ambiente. Por su parte los sobrecaudales generan subcaudales.

La red hidráulica de la distribución de una instalación puede concebirse para trabajar a caudal constante o variable de agua (con válvulas termostáticas el secundario de la distribución trabaja con caudal variable). Un caudal constante en el primario de la distribución, tiene la ventaja de crear pérdidas de carga constantes en tuberías y accesorios. Un caudal variable en el primario de la distribución, tiene la ventaja de minimizar los costes de bombeo y reducir, en caso necesario, la temperatura de retorno del agua.

Una resitencia hidráulica genera una pérdida de carga. Una parte de la energía del agua se transforma en calor y la otra en ruido. El riesgo de la emisión de ruidos aumenta al hacerlo la presión diferencial aplicada a la restricción. El ruido aumenta con el caudal por lo tanto es importante equilibrar y evitar sobrecaudales.

Los ruidos generados por diversos motivos, pueden amplificarse en el radiador. Un actor principal puede ser el aire en el agua. Las distribuciones a baja temperatura son las más dificiles de desairar. Puede facilitar esta tarea un aumento de la temepratura del agua durante su purgado.

Una presión estática demasaido baja en ciertos circuitos, aumenta el riesgo de comprobar como el aire se separa del agua en un estrechamiento, como consecuencia de la reducción suplementaria de la presión debida al aumento de la velocidad del agua. Este aire emulsionado produce turbulencias ruidosas.

Estas notas están sacadas del manual nº 3 titulado «Equlibrado de las instalaciones de calefacción por radiador» publicado por TOUR&ANDERSSON y escrito por Robert Petitjean.