Un átomo de carbono más uno de oxígeno es lo que compone la molécula de monóxido de carbono (CO), gas algo menos pesado que aire. No parece gran cosa pero resulta ser un gas muy tóxico. Es un producto de la combustión cuando no se realiza convenientemente por falta de oxígeno en lo que se denomina una combustión incompleta. Normalmente lo que se producirá en la combustión es dióxido de carbono (CO2) que no representa peligro para la salud (y bien conocido por su efecto invernadero).  Pero una falta de ventilación o un aparato sucio o en mal estado puede propiciar la formación de CO.

¿Donde reside el peligro del monóxido? En que es incoloro, inodoro e insípido, o sea, no es fácilmente detectable y sin embargo sus efectos con concentraciones mínimas son demoledores. Transcribimos a continuación el capítulo 2.7 dedicado a la toxicidad del libro «Los GLP» de J.L. Lorenzo Becco:

Al hablar de la toxicidad de los gases nos referimos, principalmente, a la producida por el CO […]

La intoxicación por CO consiste en la transformación de la hemoglobina de la sangre que se cambia en carbooxihemoglobina, que no admite o no se combina con el oxígeno de aire.

Al intoxicarse con CO, parte de la sangre queda transformada, y la que permanece no alterada resulta insuficiente para absorber el oxígeno necesario para la vida.

Este oxígeno se utiliza para oxidar, es decir, transformar en combustión muy lenta a las sustancias ricas en carbono que se toman con los alimentos.

Las arterias llevan esa sangre pura y rica en oxígeno tomado en los pulmones, y las venas devuelven la sangre, ya impurificada y cargada de anhídrido carbónico (CO2), que es el resultado de la combinación química de O2 y el C, al corazón, para que éste la bombee,otra vez, a los pulmones, para oxigenarse y soltar el anhídrido carbónico al respirar.

Si en la atmósfera que respira un hombre hay sólo un 0,1% (¡el 10% del 1%!) de CO, ya se dificulta gravemente la respiración, pudiendo fallecer en dos horas si está trabajando (desarrolando una actividad física); en tres horas si está andando, y llegando a cinco horas si está inmóvil.

Si el contenido en CO llega a sobrepasar el 0,5%, la muerte llega en cinco o seis minutos.

[…]

La enseñanza práctica es el peligro del funcionamiento de aparatos alimentados con gas en locales cerrados o con deficiente expulsión al exterior de los humos producto de su combustión.

Si esos humos producidos, en sí inocuos, permanecen en el local, el aparato admitirá un aire ya viciado, pobre de oxígeno, y esto en progresión, con el paso del tiempo de funcionamiento.

Sólo así se puede producir la intoxicación.